
No soy un lector asiduo de poesía, pero de vez en cuando busco alguna para hacer más llevaderos los días. Y también acostumbro a utilizarlas para complementar escritos y para hacer más agradables las ceremonias de matrimonio civil, que en ocasiones practico, a petición de amigos y conocidos por mi condición de concejal en el Ayuntamiento de mi pueblo.
Suelen ser poesías de autores españoles y latinoamericanos, da marcado carácter de izquierdas. Por ello hoy escribo este post. Para despedir, desde mi humilde vivencia, a un gran poeta.
Benedetti se ha marchado, y con él un poeta romántico, solidario, comprometido, irónico, que abrazaba la utopía. Como me es costumbre, a la muerte de una persona querida, rezare un Padre Nuestro, a la más pura tradición cristiana. Será aquel que él mismo escribió, un Padrenuestro Latinoamericano, de su tierra y de su vida.
Padre nuestro que estás en los cielos /con las golondrinas y los misiles /quiero que vuelvas antes de que olvides /cómo se llega al sur de Río Grande /Padre nuestro que estás en el exilio /casi nunca te acuerdas de los míos /de todos modos dondequiera que estés/santificado sea tu nombre /no quienes santifican en tu nombre /cerrando un ojo para no ver las uñas /sucias de la miseria /en agosto de mil novecientos sesenta /ya no sirve pedirte /venga a nos él tu reino /porque tu reino también está aquí abajo /metido en los rencores y en el miedo /en las vacilaciones y en la mugre /en la desilusión y en la modorra /en esta ansia de verte pese a todo /cuando hablaste del rico /la aguja y el camello /y te votamos todos /por unanimidad para la Gloria /también alzó su mano el indio silencioso /que te respetaba pero se resistía /a pensar hágase tu voluntad /sin embargo una vez cada tanto /tu voluntad se mezcla con la mía /la domina /la enciende /la duplica /más arduo es conocer cuál es mi voluntad /cuándo creo de veras lo que digo creer /así en tu omniprescencia como en mi soledad /así en la tierra como en el cielo /siempre /estaré más seguro de la tierra que piso /que del cielo intratable que me ignora /pero quién sabe /no voy a decidir /que tu poder se haga o se deshaga /tu voluntad igual se está haciendo en el viento /en el Ande de nieve /en el pájaro que fecunda a la pájara /en los cancilleres que murmullan yes sir /en cada mano que se convierte en puño /claro no estoy seguro si me gusta el estilo /que tu voluntad elige para hacerse /lo digo con irreverencia y gratitud /dos emblemas que pronto serán la misma cosa. /lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro /de cada día y de cada pedacito de día /ayer nos lo quitaste /dánosle hoy /o al menos el derecho de darnos nuestro pan /no sólo el que era símbolo de algo /sino el de miga y cáscara /el pan nuestro /ya que nos queda pocas esperanzas y deudas /perdónanos si puedes nuestras deudas /pero no nos perdones la esperanza /no nos perdones nunca nuestros créditos /a más tardar mañana /saldremos a cobrar a los fallutos /tangibles y sonrientes forajidos /a los que tienen garras para el arpa /y un panamericano temblor con que se enjugan /la última escupida que cuelga de su rostro /poco importa que nuestros acreedores perdonen /así como nosotros /una vez /por error /perdonamos a nuestros deudores /todavía /nos deben como un siglo /de insomnios y garrote /como tres mil kilómetros de injurias /como veinte medallas a Somoza /como una sola Guatemala muerta /no nos dejes caer en la tentación /de olvidar o vender este pasado /o arrendar una sola hectárea de su olvido/ahora que es la hora de saber quiénes somos /y han de cruzar el río /el dólar y su amor contrarrembolso /arráncanos del alma el último mendigo /y líbranos de todo mal de conciencia /amén.